DAVID El Guaje Villa hizo el gol, su cuarto para empatar con el argentino Gonzalo Higuaín y el eslovaco Robert Vittek, de la victoria de España 1-0 sobre Portugal en el estadio Green Point de Ciudad del Cabo. Los ibéricos fueron pacientes, manejaron el balón con mucho criterio y anotaron en el momento justo. España echó en el terreno, de entrada mismo, sus intenciones de ir en búsqueda del partido. Y en los seis minutos tuvo tres ocasiones de anotar. Los campeones de Europa se movieron rápido y se aproximaron de manera constante al arco lusitano, con mucha paciencia aunque sin la pericia necesaria para romper el cero. Y los portugueses, de a poco, se plantaron de manera sólida y construyeron una auténtica muralla que impidió las pretensiones ibéricas. La parte complementaria comenzó con el mismo planteo de ambos equipos. Una España que dominaba el esférico y Portugal bien armado, preparado para el contragolpe. Así fue como los lusitanos tuvieron la primera ocasión en un desborde de Hugo Almeida que rebotó en Carles Puyol y salió cerca del poste izquierdo de Iker Casillas. De tanto ir, los de camiseta roja lograron desnivelar: luego de un pase en cortada preciso de Andrés Iniesta, Villa quedó solo para definir, rechazó el arquero y tras el rebote el Guaje empujó la Jabulani a la red en el minuto 63. Fue el primer tanto que recibió Portugal en el certamen. De ahí en más, España desplegó un concierto de toques y juego asociado que apabulló a los dirigidos por Carlos Queiroz, que no pudieron hacerse de la pelota y se vieron impotentes ante el marcado dominio español. España en cuartos de final tras 8 años, se enfrentará con Paraguay el 3 de julio en el Estadio Ellis Park de Johannesburgo...
PARAGUAY ganó por 5-3 a Japón en la definición de penales y clasificó por primera vez en su historia para los cuartos de final. Los guaraníes, que habían igualado 0-0 en tiempo reglamentario, debieron sufrir más de lo esperado para dejar atrás a un valiente conjunto nipón que vendió cara la derrota en el Loftus Versfeld de Tshwane/Pretoria. Japón salió dispuesto a mostrar los dientes en campo rival. Así, cuando no había transcurrido ni un minuto de juego, Yoshito Okubo se aproximó al área de Justo Villar y remató potente pero desviado. Era un aviso de los nipones, que lejos estuvieron de amedrentarse ante el potencial exhibido por los guaraníes en la fase de grupos. Los de Gerardo Martino demoraron en acomodarse en el campo pero, cuando lo hicieron, llevaron peligro. La situación no cambió en el complemento: muchos nervios y pocas ideas. Martino intentó ganar peso en ofensiva con el ingreso de Nelson Haedo Valdez, pero el delantero no estuvo fino. Los nervios y el miedo al error ganaron terreno en Tshwane/Pretoria, por lo que los últimos minutos de la segunda mitad se fueron entre fricciones, pases malogrados y poco tránsito en las áreas. En el alargue no se movió el pizarra y hubo que ir a la tanda de la suerte...
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